Historia

Para ser honesto, nunca en mi vida presté mucha atención al tema del orden y la planificación; hasta que me vi abrumado por la presión de cumplir con un gran número de actividades y muy poco tiempo para hacerlo.

Traté de resolverlo haciendo lo que muchas personas hacen: atender todo lo que parecía “urgente”, dejando lo demás a un lado; pero eso no fue suficiente y el estrés comenzó su terrible carrera ascendente hasta producirme un pequeño, pero significativo, accidente cardiovascular (acv) que me causó un severo estrabismo en ambos ojos y la caída del párpado derecho.

Todo por la falta de orden y planificación!

Paradójicamente, ese fue el tiempo perfecto para detenerme y tomar conciencia de lo que me podría llegar a suceder si no lograba una relación equilibrada de todos mis asuntos.

Luego de muchos exámenes médicos, dos operaciones para corregir el estrabismo y otra para levantar un poco el párpado caído, tuve que aceptar que permanecería con esta condición, de manera irreversible, por el resto de mi vida.

En este punto, decidí tomar cartas en el asunto y me inscribí en dos talleres de “administración del tiempo”; que resultaron ser muy interesantes y didácticos, pero no resolvieron el problema de fondo. Necesitaba una herramienta para poner en práctica las técnicas aprendidas.

Luego de muchos experimentos y el uso de varias agendas y planificadores de todo tipo, diseñé un sistema (un poco lento y arcaico) basado en Word y Excel, con el que pude separar, de manera organizada, las distintas “áreas” que conforman mi vida. Esto me permitió identificar y gestionar, mis intereses; además de cumplir con el propósito básico de proporcionarme un “control total de mi vida”, añadiendo una buena dosis de serenidad a mi existencia

Como resultado de este experimento, logré darme cuenta que el mejor uso del tiempo se obtiene a partir del desarrollo ordenado de cuatro elementos esenciales a los que bauticé como la “Fórmula S.O.P.A.” A estos elementos los llamé: “Sujeto”, “Objetivo”, “Proveedor” y “Actividades”.

De esta manera, nació “S.O.P.A. Lifeplanner”, que me ha permitido, entre otras cosas:

1. Identificar y gestionar mis “intereses”, de manera ordenada.
2. Priorizar, acertadamente, las actividades a ejecutar cada día.
3. Clasificar mis actividades en: “Gestiones”, “Escritorio” y “Llamadas”, logrando distribuirlas adecuadamente, para optimizar el uso de mí tiempo.
4. Disponer de un “Calendario” con la suficiente flexibilidad para hacer cambios.
5. Gozar de suficiente serenidad para enfocarme en lo que hago, sin preocuparme por otras cosas; y así poder “vivir mí día a día”.
6. Tener un historial, ordenado en forma cronológica, de todas mis actividades.
7. Revisar, en menos de una hora cada día, toda mi vida; y tomar las decisiones correctas.